lunes, 14 de junio de 2010

El segundo sexo de la Beauvoir


Hace unos días estuve en una boda, acontecimiento que, afortunadamente para mi bolsillo y mi salud mental no se repite más de una vez al año. La ceremonia fue civil, pero sencilla y breve. Menos mal, porque hoy en día las bodas civiles se alargan más que la Misa del Gallo. Desde que está de moda celebrar la unión en el mismo lugar que el banquete, la gente se toma muy en serio el derecho a la libertad de expresión e invitan a subir al estrado a todos los amigos y familiares que tienen algo que decir - y a los que no, también - sobre la encantadora pareja de novios. Así, nos encontramos con padres orgullosos que empiezan su discurso con el nacimiento de su hijo (hace lo menos 33 años) y lo acaban ya en la barra libre; con amigas íntimas que revelan un secreto tan terrible sobre la novia como que vomitó en un autobús en su primera borrachera; o hermanos obligados por sus padres a salir a hablar ("¿cómo no vas a tener nada que decir en la boda de la niña?"), que se plantan delante de los 200 invitados para balbucear que nunca se han llevado bien con su hermana - pues claro, como todo el mundo -. En fin, que en las bodas de hoy en día aportan su granito de arena a la eternidad de la ceremonia hasta los jueces de paz, muy aficionados a las citas literarias. "No llores por que no salga el sol; las lágrimas no te dejarán ver las estrellas", y cosas por el estilo adornan cualquier boda civil que se precie, sustituyendo en cierta forma al versículo quinto párrafo primero del libro segundo... de una boda católica. Sin embargo, Rabindranath Tagore no es el problema. El problema es ser fan de las citas literarias sin tener ni puñetera idea de quién las escribió. El juez de paz de mi última boda como invitada se llevó la palma cuando, al acabar la ceremonia, ni corto ni perezoso dijo solemnemente:"y ahora quiero citar una frase del escritor francés Simone de Beauvoir (...)" Glups! ¿Alguien podría explicarle a ese hombre que Simone en Francia es nombre de mujer, y que la Beauvoir era una estupenda filósofa, novelista y ensayista que, para más inri, está considerada la madre del Feminismo? Glups! Lo peor es que miré a mi alrededor presa del estupor para comprobar que... ¡nadie se había dado cuenta! Como afirma apesadumbrada una señora en el programa de TV3 APM: "madre mía, cómo está la vida..."

4 comentarios:

  1. Las bodas... terribles rituales de la pomposidad y el aburrimiento. Alguien debería informar a ese juez, pues va a seguir metiendo la pata en cada ceremonia.

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  2. Alguien me dijo que lo conocía de otra boda... y había dicho lo mismo. Es posible que lleva años haciéndolo!

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  3. Casi que me quedo con la iglesia y sus versículos... no? Total, LA VIDA ES PURO TEATRO

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